viernes, septiembre 21, 2007

Al olvido


La furia del viento enmudece mi canto y el cálido aroma me empuja a continuar sobre espejos de humedad.
Advierto que no estoy en el trono de tus pensamientos y sonrío ante la inminente situación. Transito por el límite de mi lujuria y consumo la ansiedad que causas a mis sentimientos quiméricos de realidad.
Que adhesión tan profunda pueden llevar a mi garganta a que busque tu nombre en la inmensidad de la nada, si con solo susurrar al espantajo que me acompaña la debilidad que me guarda se acrecienta la tormenta.

Mi espíritu que te sigue como sombra al pecho.
Retumban mis sentidos cuando te alejas de mis manos, que débil, que sonriente, juego lego con recuerdos y convierto castillos de preguntas y miedos.
En silencio con un ligero éxtasis, la devastación de mi mundo perfecto, el caos de la costumbre, la ironía del pasado.
Estaría volando si lograra ascender con lágrimas, tendría inmensas alas si se formaran de desvelos, correría miles de flores si la melancolía no me empujara al aislamiento.

sábado, septiembre 15, 2007

Elizabeth Bathory


Brillante burguesa real; creación divina de lo obsceno.
Frenética infernal marchita en tu castillo.

¡Oh Condensa Sangrienta desfrenada!,
terror de las mas jóvenes, tormento de los débiles.
Perfectamente alineada al poder morboso.
La sangre es tu fuerza la tortura tu voluntad.

El llanto ajeno invita a tu sonrisa a asomarse por tu perfecto rostro,
tus lánguidos movimientos se transforman cuando sientes que tu liquido preciado cubre cada poro de tu cuerpo.

Inexorablemente enferma, incapaz de perdonar.
Calculadora condesa, tu ambición te llevó a la soledad,
¡Oh Elizabeth Bathory!
serás por siempre reina del macabro final.

domingo, septiembre 09, 2007

Ensueño


Nunca es suficiente, los vicios que me flagelan escupen la dramatización de mis sentidos.
La desolación queda sellada al vacío en mi pecho, mis ideas se consumen en el otoño blanco de mi ansiedad. Frío o caliente son pasos aislados.
Mi voz no encuentra oídos, el eco de mis preguntas suena como un campanario en lo mas recóndito de mi cabeza.
Mis días son un espiral que clama lluvia verde o purpura o gris...
tan solo un segundo de calor.
Semillas místicas que se pudren en la palma de mi mano
y vanas raíces que detienen mi furia
No valgo las lágrimas del cielo
ni los recuerdos de la ansiedad,
absurda creencia de defectos
Absorbo un torbellino de colores muertos, plantas mustias, aire lánguido, mi corazón es un agujero negro a la deriva en el universo del dolor.
Mis nervios destrozados por el delirio de la opaca realidad, infernal lujuria que aniquila mi mente
caigo a lo más profundo de tus ojos vacuos, perlas saladas me indican el camino: un recorrido a la sombra del tiempo
un desafío a lo prohibido de los temores, marchitos orgasmos en sabanas de cristal
Una versión de nosotros, se aleja en mi mente, tomados de la mano, tras anhelos, como señuelos de las oportunidades...y desaparezco.

Dark Queen & Cuervo

lunes, junio 25, 2007

Celda


La naturaleza de mi relación es insuficiente para mantener estática la lujuria, si todo depende de la secuencia del amanecer entonces no habrá cabida para mas sueños diurnos.

Sin el compromiso de evidenciar mis pretensiones, afirmo mi placer por el silencio de tu ingenuidad en potencia.

Usualmente genero juicios previos que incriminan la ausencia de sed de tu interior, solo para convencerme de que no juegas en la misma dimensión que yo.

Netamente espontáneo es el reflejo de mi sonrisa, proyectada en el cuello de simples terceros; ¿que no vez que aquí permanezco?

Que contusa se ha vuelto mi voz esta mañana, presumo que mi mecanismo de defensa se elevo mientras dormía, lo genuino del malestar de mi espirito está apunto de estallar.

Invoca la serenidad de los bosques, porque el torrente de sentimientos bañaran la tranquilidad de esta empañada celda.

viernes, junio 22, 2007

Obtusa verdad


Recurrente latente en la tranquilidad de la noche frente a líneas virtuales que retan la vista humana;

Reinante el sonido del chasquido del golpe de tus dedos a cada momento entre lluvia y sol.

Te conviertes en un monstruo unánime arrancando tus miedos y arrojándolos al barranco de la negación.

Tratas de lograr una alianza en el quirófano de tus sueños batallando con el reflejo del infierno social.
Pequeño amante del pesimismo, enajenado de la confianza hacia otra voz, no eres huérfano de la alegría solo estás vagando en un espacio interior.

Eres quien huye de nebulosas desconocida sin dar pie al riesgo de otra flor,
eres quien desaparece la atención, miras solo al este del universo sin percatarte de que el horizonte brilla para ti.

Has levantado tu mundo con recortes virtuales de tiempo, has erigido tu voz tras la línea de atención de curiosos que esperan tu explicación;
no perteneces al resto de la población pero tu ingenuidad por ello te golpea en cada paso, cargando con el peso absurdo de un nivel superior.

¡Pequeño tonto! estas dormido por debajo de la ambición, tus alas están marchitando en la espera de que hagas el intento.

No te conviertas en un otoño aburrido, conviertete en un invierno audaz.

jueves, junio 21, 2007

Nieve aplacante de mi ser


Mi cielo se encuentra a la altura de mis manos,
me quedé esperando el alba resplandeciente luego de una noche solitaria.
Las estrellas se encargaron de derramar sonrisas perdidas y el frío que se colaba entre los árboles solo inducían a un abrigo imaginario.

La oscuridad de las calles posee en sus entrañas el viento del sur, pequeñas partículas de nieve danzan sin cesar y el silencio las cubre de una profunda añoranza.

En lo atemorizante de mi celda negra mis demonios golpean sin tregua alguna a mi ego, atando sus manos, seduciéndolo con el hielo externo. No me queda mas que esperar el deceso.

Entumecida por el medio me detuve, mi cuerpo congelado rompió en mil pedazos y mis lágrimas se convirtieron en espinas que retaban las flores sobre las que me posaba convirtiéndome en hielo aclamante.

Solo partículas frías en el horizonte,
grandes espacios blancos,
la tortura del miedo al llanto, la nieve aplacante de mi ser...

miércoles, mayo 16, 2007

Angel de muerte


Soy un ángel solitario y fastuoso, alcanzo cada alma desprendida.
Eternamente inmortal, inexorablemente audaz.
Mi espada viaja entre cada sueño y mis alas cubren la inocencia humana, mi contundente esencia mi especial realidad…
Mi sonrisa accede ante los clamores de mi presencia y es que de solo escuchar mi nombre mis pasos se hacen contundentes.
La melancolía que me acompaña besa cada boca; el sufrimiento es mi sombra en cada cielo e infierno, mi traje lo compone el miedo, me odia el recuerdo y me abraza la evolución. Soy la grandeza de algunos y la decadencia de otros.
Mi certeza es mi trono ubicado en el valle de la lujuria y cada alma que atraigo comparte habitación en el espejo de sus deseos.
¡Soy la muerte! Imperante entre luz y sombra, no hay día que controle mis actos ni noches que me empujen a lo abstracto.
Mi nombre acaricia la psique de todos los hombres, vacilan ante la idea de mi llegada aún comprendiendo la ausencia de inmortalidad de su cuerpo… su aliento es solo lo que espero.
Soy el angel de la muerte tal como me presento, aún no cierres tus ojos, bailemos la sinfonía de deceso…

sábado, mayo 05, 2007

Encuentro


Mi mente es un causal de ambiguos sentimientos, mis harapos húmedos producto de la adrenalina.
Y es que luego de escuchar mi quejido explotaron mil sonidos en el mundo tras mis ojos. Pasé tanto tiempo dormida en mi inconsciente dejando fluir mi séptimo ego que no me percate de que mi hogar se había convertido el hogar de gusanos nacidos de carne putrefacta.
Y el olor ¡que dramático, penetrante he insoportable olor!
Es la deficiencia de mi sentido común, lo vago de mi autoconciencia, lo inesperado de mi Ser.
Comencé a buscar aves en cavernas de corales solo para arrancar mis gritos a la áspera realidad, mis fantasías se desplegaron de mi sollozo y entonces abrasé las alas de un cuervo... su cuerpo tan oscuro como los días de guerra, sus impotente ojos que hipnotizaron mi respiración, su perfecto silencio su inalcanzable sensatez... Y acercó su cabeza y suspiro sobre mi rostro y acompaño mi tristeza al final de la cueva hasta que la apuñalo sin ni siquiera dejarla reclamar y volvió hacia mi como la sombra de mi sonrisa, como el traje de mi tranquilidad.
Tomó mi decadencia para convertirla en el mural que nos protege del aurora llamada soledad...

martes, abril 03, 2007

Fuera de control


Aterrorizantemente exquisito, jadeante, espeluznante, morboso...tus entrañas acariciando mi alfombra, todo tu cuerpo esparcido entre mi cólera: mi celebración, mi victoria.

Creí vencerte sin remordimiento, te seduje como la luna, te aplaque como la tormenta, te enviaré al fondo del océano el cual succionará tu ultima esencia .


Te encuentras frente a mi, una sutil línea de contacto une nuestros ojos totalmente cegados por la confusión; me acerco lentamente y beso tu boca solo para luego escupirte y sin hacer ningún sonido vuelves tu ojos a los mios y me golpeas tan fuerte que caigo abatida casi sin conocimiento. No es el final, no ahora que he perdido el miedo, no ahora que te olvido, no ahora que en verdad nace el odio...

y lentamente, casi como un gusano aplastado me muevo por la habitación solo para buscar el mejor objeto para robarte el aliento y derramar tu sangre, para que mas nunca me hagas daño.

Limpio las lágrimas que ciegan mi mirar y repetidamente pronuncio mi nombre, no eres lo suficiente para acabarme, ya no cubres mi cara con la huella de tu zapato, ya tus brazos no abrazan mortalmente mi cuello.


Y así furiosamente levanto mi cuerpo, así con mi puño tambaleándose rompo en mil pedazos el espejo que contempla nuestro teatro y con mi mano excitada de tanto color rojo tomo los pedazos que aún reflejan mi sonrisa solo para tratar de posarlos sobre tu cuerpo. Y gritas tal cual niño, y te estremeces como cachorro, ¿en donde esta tu gran ego? ¿en donde están tus gritos?


Retrocedo solo pare retener la imagen de tu cuerpo asustado, ensangrentado y justo cuando contengo el aliento te abalanzas sobre mi y apuntas sobre mi pecho, siento que el corazón se me sale por los poros es un dolor que va más allá de mi control, de mis pensamientos y grito sin pensarlo y lloro sin remedio mientras tu alardeas sobre tu poder, sobre tu ventaja. Y cuando estás a punto de devolverme el gesto de con tu saliva te apuñalo sin remedio -mi plan desde un principio- mi mas grande secreto y entonces tus ojos se desorbitan y caes sobre mi tal cual noche de pasión y siento tus latidos y te hablo al odio: acaso no buscabas esto amor mio?


Te muevo a un lado sin pensarlo, trato de tomar el aire que me robaste, de aspirar la victoria que llega a mis manos y es entonces cuando detonas tu arma “tu fiel juguetito” y antes de que puedas sonreír caigo a tu lado mientras siento un sutil frío atravesando mi cuerpo y situándose justo en mi ombligo...


Y así palidecen mis labios y un torrente de sangre invade los tuyos y morimos juntos como en nuestros primeros sueños y aspiramos el mismo aliento cada uno jurando en su cielo haber actuado con raciocinio eterno y mientras la mirada se pierde en el ocaso del correr de nuestros años todos los secretos de nuestro cuarto se aglomeran para despedir nuestro aliento, se juntan para burlarse nuestro ultimo encuentro y para jurarnos permanecer intactos en esas cuatro paredes que nos abrigaron.



miércoles, marzo 14, 2007

Sorbo de placer



Mis ojos se pueblan de cristales que rompe el viento de tu recuerdo. Mi mirada vidriosa estalla y los pedazos de esas lágrimas de cristal van abriendo mi piel. ¿A donde te fuiste? ¿Viajas por esa inmensidad azul?. Me miras desde algún punto específico?. Maldito viento que heló tu cuerpo y me despojó de tu abrazo, que como una llama consumía mi alma y mis más profundos deseos
en lo más recóndito de su calor.

A donde es que te fuiste que no siento tus manos sobre mi pecho, corro entre la oscuridad buscando tu reflejo, cada cristal que atraviesa mi piel me recuerda tus besos, cada esperanza que hoy de desvanece. No soporto lo cristalino de mis ojos creo que alucino en la inmensidad azul en la que te busco constantemente.

Creo alcanzarte, y corro desesperado, no es más que un reflejo en el cuarto de mis espejos. El dolor me carcome el corazón, él ya es como un tronco viejo devorado por los gusanos de la soledad que ahora me invade. Sangre: Es lo último que quedo de ti en mis manos, es lo último que sentí de tu cuerpo.

Sangre que ahora beso, sangre que deseo, sangre que siento en cada poro como ráfagas de viento en el mas inalcanzable mar. Cada aurora recuerda tu nombre, cada pared de mi mente me atormenta con tu vos, me humilla con imagenes de tus ojos tan perfectos como profundos. Estas presente en cada fragmento de mi triste vida, en cada suspiro de mi opacada alma.

Este pensamiento me ilumina el alma, aunque insano, él me sonríe, como esas estrellas tranquilas que descansan al final del abismo. Mi mente se cuaja de una idea aterradora, sentirte nuevamente, nada más, es todo por lo que mi amor llora. Quiero sacarte de tu prisión eterna.

Los barrotes que sostienen la morada que me detienen están hechos del sollozo de tu amor, y es que esta lejanía que nos marca parece inmensa cuando cierro mis brazos y me lanzó al dolor, mi cuerpo desnudo está atado por tus recuerdos mas hermosos; es que acaso debo vivir con la carga de una memoria perfecta y así tratar de sentirte con solo cerrar mis ojos y buscar el olor que te acompaña?

Pero no más. Basta de esperar, voy a salir a buscarte, voy a dejar este cuerpo magullado por el pasar de los días sin tus besos, sin tus fragancias, voy a romper la eternidad que nos separa. Voy a descansar, al fin, con mi vida, con mi tan preciada, contigo, mi amada, en la eterna morada que el destino para nosotros decoró.

Y es que si no estamos juntos de que vale despertar cada mañana, y es que si no me acompañan tus besos y el aroma de tus cabellos entonces no hay razón para embriagarme de deseo. Te necesito a mi lado, aclamo tu regreso mi cuerpo te busca, mi aliento te espera. Te acogeré con mis manos, te besaré hasta el alma.

Atrás quedarán las fauces de esos horribles lobos de la tristeza. Ya no habrá desolación, al abandonar ésta prisión con forma de cuerpo, al rescatarte de la tuya, al encontrarnos en la espesura de la incontenible pasión, nos hundiremos en nuestra propia composición. ¡Vertiginoso viaje!, ahí voy, mi amor.

Aquí te espero con las cadenas de mi cuerpo, somnolienta de esperanzas, ansiosa de pies a cabeza. Liberame de la prisión que me aferra a esta vida insípida, ya no aguanto mirar el tiempo como hojas que caen en el otoño, deseo trasformarme en pasión bilateral, en compañía a tu mirar, en un sorbo de placer para tu apagado corazón.

Ya, juntos, dando calma al latido desesperado. de nuestra faz escapa el quebranto, nuestras almas naufragan en un mar de dulzura, dejamos atrás la insondable pavura, vagando en el corazón del éter infinito que es bálsamo de encanto para nuestros ojos, que se pueblan de nuestros rostros.

Y así nos unimos en la eternidad del universo, nuestras almas se sujetan por fuertes sentimientos y proclamamos solo tranquilidad palpitante. Y es que si nos poseemos sin mirar los largos sucesos que nos detuvieron entonces alcanzaremos la perfección del momento.

Dark_Queen junto al Cuervo

El grito de los amantes


Solo balbuceas que no comprendes mis ideas como si el mundo girara en torno a tu razón, tus ojos están llenos de polvo y tu corazón atado por las ruinas de tu aptitud. Eres eternamente vacio, completamente incapaz. La profundidad del mar se opaca ante tu presencia y la lluvia huye de tu cuerpo para no sentir desesperación.

Mi alma es una ubérrima conífera que te ofrece una umbría fresca para todos tus demonios. Mi vacío eterno pide colmarse de tus angustias, de tus llantos, de esos vagos sollozos repetidos que adornan a tu pecho.

Y sin embargo tus manos me cierran el camino, tus pasos huyen de los míos como si la desgracia del universo cubrirá nuestros cuerpos al llenar nuestros inmensos sentimientos. Te grito desde la vigilia de la muerte te llamo desde nubes inertes coloradas por tanta melancolía.

Trémulo corazón que se hunde cada vez más en el lodo de la desesperación mientras lucha por salir. Me baña una lluvia roja, me arrastra hacia canales donde los anhelos de tenerte flotan como cadáveres de peces. ¿Serán tus lágrimas?

Mis lágrimas son el abrigo que caen a este abismo, si bañan tu cuerpo tambaleante en este vaivén de sentimientos entonces nuestras almas alcanzarán una inquina total.

No existen remansos verdes que puedan llevarse nuestros deseos. Al menos no en nuestro infierno.

Solo estamos el uno para el otro, carcomiendo nuestro cuerpo, alejando nuestras almas; haciendo a un lado las promesas profanas; engañando nuestra razón para que evite nuestra destrucción.

Si aún respiro es porque estás aquí, tu tristeza es bálsamo que sacia la sed de mi boca y le da las fuerza para seguir absorbiendo de tu cuerpo todas las inmundicias de las que te lleno. Perdamos todo sentido, estrellemos nuestros corazones, un choque divino y mágico y así callemos para siempre este angustioso palpitar.

Dark_Queen junto al Cuervo

miércoles, marzo 07, 2007

Respuestas


Comprendí que mi corazón había dejado de latir cuando escuche tus pasos alejarse, ya no siento dolor en mis venas pero siento mi alma tan pesada como cadenas...
No tomaste mis manos cuando la daga las atravesaba solo viste la sangre correr por mi cuerpo como un río cauteloso en la furia de la montaña, tus ojos recorrían todo el camino de mi vida la cual se esfumaba en ese liquido tan particular. Ahora desperté atrapada, encerrada en un cajón con un tétrico vestido blanco ya amarillento por el tiempo.

Cuando logré atrapar mis ojos comprendí que nada es blanco ni rojo solo tierra alrededor, mis manos atemorizadas tocaban mi cuerpo físico carcomido por pequeños gusanos y entonces mi alma solo me empujaba a buscarte, quería llorar y no podía quería reír y no lo lograba, menos aun dibujar una sonrisa; quería comprender el porque mis pasos eran tan pesados y el porque aun sentía gotitas derramando de mis venas. No se cuantas horas camine no sabía ni siquiera mi ubicación solo vague entre calles vacías podridas de olores pestilentes y llena de vagabundos sin zapatos. Así que me senté a esperar a la eternidad en un banco, mi cabeza daba vueltas no dejaba de sentir un peso infernal sobre mi.

Y ahí permanecí, solo permanecí.

Mis mejillas entumecidas. el canto de los perros me desespera parece que vieran en mi la inmensidad del dolor, la grandeza de la muerte la ironía del pecado...

El sereno entraba por mis venas y solo dejaba marcas en todo aquello que tocaba, como una maldición que me acompañaría por la eternidad. Y seguía andando con una especie de roca sobre mi, haciendo mis pasos tan densos que sentía yagas en mis pies y ardor en cada uno de mis sentidos.

Luego de pasar por miles de alfombras humanas y desentrañar mi alma tratando de comprender mi situación actual tuve un encuentro con un infante que parecía ser el único que había podido fijar sus ojos en mi, su pequeño cuerpo parecía inmóvil sobre el pórtico en el que jugaba, su mirada me contuvo ansiosa, derrumbó cada paso que había dado, sin embargo me aliviaba... Y entonces decidí acercarme mientras él paralizado no apartaba su mirada de mí, fui lentamentemente hasta donde se encontraba y me senté a su lado y muy sutilmente -casi dudándolo- me dio su mano y apartó de mi por unos segundos mi gran carga y solo miramos al horizonte buscando tal vez algún reflejo. Y se paró delante de mi y sus pequeños ojos se llenaron de lágrimas que caían sobre mis pies desnudos, subió su puño frente a mi cara y cuando lo abrió dejo caer los restos de muertos insectos y colmo de llanto mi vestido, alzó sus manos y solo dijo ¡la muerte te alcanzo ya! y se levantó y echo a correr como quien huye de un feroz animal.
Y entonces todo se me vino encima, entonces desmaye y me consumió el miedo y mis gritos no alcanzaban los oídos de ninguna otra persona y mi fantasía de abrazar la muerte se había hecho realidad solo que esta vez me atragantaba la soledad y se moría mi corazón.

Vagar por tanto tiempo para encontrarte bajo mis pies tal vez en tu cielo o tal vez en mi infierno.

sábado, febrero 24, 2007

Ultima viaje


Frió adormecedor en mis manos, me perturban tantas gárgolas sobre estas tumbas y aún no logro percibir la tuya, se que te deje cerca del árbol marchito porque tus sentimientos se parecían a él, estabas justo detrás del sacerdote pedófilo y al lado del suicida de la cuadra, te coloque justo en frente de mi abuelo para que recordaras el olor de mi apellido.

La ultima vez que vine a visitarte con mi vestido violeta creo que una lágrima recorrió mi mejilla y choco frente a la losa de tu aposento, como es que aun después de muerto lo logras? es como si todas quisieran correr cuando recuerdo tu nombre... te había dejado unas rosas negras que yo misma pinté, una de sus espinas aún esta dormida en mi dedo.

He venido a contarte algo, no podía esperar hasta mañana, así que debí entrar por el agujero de la pared justo como el día que te traje y bese por ultima vez tus labios; te encantará ver mi nuevo vestido, le dibuje tus gritos en la cola y le coloque los restos de tu cabello que aun conservaba. Esta noche no quería estar sola, esta noche me pesan las palabras: mi corazón debe hablarte.

¡Por fin te encuentro amor mio! acaso te escondías de mi entre esta hierva que crece sobre tu frío aposento? como siempre tratando de ser indiferente y “heavy”, tu nunca aprendes. Esta noche te traje una vela y justo viene nuestro aniversario así que también te traje mi canto.

Ha pasado mucho tiempo desde que nos separamos, he dejado todas tus cosas tal cual, no he movido ninguna partitura ni he hecho a un lado tu ropa, tampoco he movido ni un disco (ya no los escucho, ya no escucho) tu perro aún me acompaña y tus botellas continúan en la misma mesa...
Algunas veces de noche olvido que no estas y desde la cama grito tu nombre hasta desgarrarme la garganta, ahora también hay sangre en ella.

Esta noche he venido a confesarte que me arrancare los ojos, que hundiré tu katana en mi cuello e introduciré pétalos en mis oídos, tal vez tenga un poco de miedo pero debo ir a buscarte para separarnos una vez más, para pedirte perdón por arrastrarte por todas esas cuadras y enterrarte agujas en el corazón, por apuñalarte una y otra vez y por comer por un mes tus órganos. Me parte el corazón recordar tus ultimas palabras pero también me alegro por lo duro que fuiste conmigo, no comprendías que tus palabras quemaban, arrasaban con mi sonrisa...

Te he extrañado desde esa noche he dormido solo unas cuantas, te escrito mil plegarias, y ahora de nuevo me encuentro frente a la tumba que cabe con mis propias manos, tu cuerpo debe estar repulsivo para los ojos humanos tu olor debe ser de los mil demonios y tu sonrisa debe estar borrada y aun así me muero por posarme junto a ti.

Ya no hay vuelta atrás, ya no debo pasar noches tratando de dibujarte sobre la almohada, mi alma por fin descansara, ya no debo pensarte más este es el adiós final.

Mensajes implícitos de precaución


Tratando de aunar pedazos de gritos, la furia derrumbó mis ecuánimes respiros. Por mi sangre corre veneno sodomizando mi corazón. Mis pulmones se presionan entre ellos, todo mi cuerpo tambalea en un giron. Es un constante reflejo de mis pesadillas, un tanto aterrador. Si solo tocas uno de mis poros notarás la credibilidad de mi balbuceo. Podría jurarte recuerdo eterno pero si me lanzas al ruidoso agujero de la indiferencia no tendré mas opción. Todo se ha convertido en mensajes implícitos de precaución...

Tentaciones


Tentaciones afloran en la tierra, claustros incontrolables desbordan la lujuria encarcelada. No es morir, es nacer, no es callar, es acceder. Miles de tentaciones brotan del cielo como calurosos hogares del infierno de los sueños.

Tomó su acompañante silente y bajó entre praderas como tropas de destrucción, corría corría al interior de las pasiones.

Sus fulgurantes ojos hirientes de vino junto a gritos de alegoría, esbozos de libertad se esposaban a lo largo del paisaje.
Fluctuosos momentos, catastróficos días.
Mientras mas corría mas vivía y es que amanecía y aun no sentía compañía. No es mas que el efecto de la luna, no es mas que la locura embotellada, no es mas que su inconsciente jugando una vez mas; camina en círculos sin sentido jamás y mientras grita sin remordimiento alguien toma una copa más.

La tomaron por el cuello sin marcha atrás, la tomaron por detrás en contra de su humanidad y ya está tan cansada que se deja llevar. Derrumbada entre raíces sus venas abiertas no paran de llorar y miles de gotas de sangre colorean el lugar y bajo suspiros exclama no sentir dolor ya y ansia el placer de alguien mas.

Dolor


Como fuego sobre bosques corre la furia por mi sangre, una inexorable batalla entre tratar de comprenderte y saciar mis sentimientos; no basta con querer sin exteriorizarlos, me destruyes, no me defines, no me describes.

viernes, febrero 23, 2007

Oscuro pasado, marchito presente


Llegar a la realidad observándote desde la lejanía, eres una pieza en mi cabeza, eres un recuerdo insoluble, me consume tu adiós, me desvela tu llegada. Estas junto a mi y no puedo tocarte una burbuja te acompaña tus ojos permanecen cerrados, tus oídos no oyen el tiempo.

Y te he soñado y en el espejo te he nombrado, estas en cada melodía que escucho: es suspirar al vacío, llamar a la melancolía, atarse las manos frente a la cordura.

Parece que el cielo se me viene encima cada vez que te sigo, mis piernas se quebrantan, mi cara toca el piso y es que no debo ni pensarte quisiera agrietarte y poseer lo que te queda de alma. Debería mandar tus palabras al mismo infierno, pisotear el tiempo que proclamas, debería cerrarte en el baúl de mi inconsciente donde siquiera el mismo Freud pudiera encontrarte. En cada sueño asesinarte en cada murmullo ahogarte...

Mis manos aún golpean tu pecho, deben penetrar tu cuerpo, arrancarte el corazón buscar tranquilidad en tu mirada fallecida y besarte mientras tu ultimo palpito se despide de tus órganos. Te llevare conmigo hasta el umbral de mis pesadillas y te sepultare junto a mis secretos mas recónditos y luego me acostaré en el valle del abandono sin decir ni una palabra.

miércoles, febrero 07, 2007

Un día en mi boca, un día sin perdón


Retorcido y jadeante en la furia nocturna permanece mi deseo de recordarte eternamente; tu sales de tu jaula y lo sueles golpear cuando giras en torno a otras palabras; corro a socorrerlo, beso su delicado armazón, cada día mas tenue por los restos que lanzas a su alrededor.

Son gnomos los que me recuerdan que tengo valor y junto a tus destellos de atención me enlazo a tu vida con cuerdas de sal y limón.

Mi memoria repugnante vomita pasados de pasión y continuo caminando tras de ti esperando gritos de compresión.

No puedo definirte en mi estación, no puedo referirme a ti en la selva de mi desesperación, no debería recordarte en cada paso que doy pero estas aquí adentro y no puedo evitar sentir dolor.

Es una ansiosa sensación: atarte sin dejarte, golpearte o hacerte el amor son todas ideas prestigiosas que surgen de mi interior.

La inmensidad de la noche minimiza mi exterior, te veo en cada esquina multicolor corro a tomarte y desapareces como el vapor.

Cuando lo desees puedes bañarte en el manantial de mis lágrimas, la cuales son frecuentemente producto de la relación amor-dolor, como la fuerza del rayo perpetuarte. También puedes ver la película de mi mente, tal cual drama e ilusión momentos inherentes de soledad y resequedad en busca de tu mirar “Un día en mi boca, un día sin perdón”

miércoles, enero 31, 2007

Días verdes


Los días verdes como estos serpientes visitan mi ánimo, reyes sin cabeza aparecen en mis manos, y mis palabras... que secas mis palabras!
En días verdes se puede ver a través de la carne, corazones putrefactos en políticos, inocencia en corazones de niños, vació en aquellos charlatanes, tristeza en los silentes y belleza en lo ordinario del exterior.

Que alucinante este momento; los días verdes como estos me vuelvo tan solo un emblema del negativismo, y me veo tan sórdida, tan desubicada en la enorme plataforma del tiempo.

Como esperar tanto de quien no logra manipular sus recelos, es basto este momento, es cruel y prepotente. Giran giran sin cesar pensamientos, sonidos que vienen y van.

Los días verdes como estos las tarántulas calman a las desfloradas flores, y misteriosas manchas se posan en mi cuerpo, solo las gotas que caen de suelo en suelo aprecian este bello color negro.

Me retuerzo de desconsuelo, expira el espíritu que me sostiene
Ya no vale nada que decir, los asesinos andan sueltos y paradójicamente quien puede coser mis venas heridas fue quien me dio un beso mortal y devoró mi cuello.

Esta batalla continua ha cobrado muchos sentimientos, los ha aniquilado uno por uno, torturándolos sin resentimiento, y el campo de batalla es mi ánima tan turbia en los días verdes como estos. Mi equilibrio se desborda a la hora del pacto equitativo de emociones
Parece cumplir un alegato: el amor no se regala sin seguro de sollozos, el amor no basta para levantarte de la cama, el amor no basta para cumplir lo que deseas, el amor no basta para ser egoísta de tu alma.

Decido abrazarme cada crepúsculo, decido alentarme en mis vacíos, decido amarme por encima de todo; pero mi cuerpo es traicionero me abandona cuando mas lo necesito, se marcha sin escuchar mis gritos me deja mas sola que al principio, ni yo misma me tengo completamente, ni yo misma puedo reaccionar a mi estimulo.

Mecánica acción


Como unir palabras para formar una morada en donde te pueda recordar sin sufrir de añoranzas.
Corre pronto, oculta tus pasos bajo frondosos árboles.
Vuela alto para que mi alma se aferre a nubes y caiga en porciones junto a gotas de la brisa.
Te cedí mis ojos, mi pecho, mis manos, mis besos y tu los ocultas en tu almohada, los depositas en cajones relegados y yo buscándolos de noche caigo en abismos lejanos.
Eres la inmensidad del viento, eres la profundidad de los sueños, la lejanía de los seres, la esencia de mis ósculos, la repentina caída de mi tranquilidad.
Me guías a la belleza de la nostalgia, el silencio de la noche, la sensatez de la locura, la imagen del tiempo; permanezco en la cima del sentimiento desmenuzando mi inocencia, derrotando mis ideas de amor.
Muerdo mis labios para no llamarte, y sujeto mis brazos para no sostenerte, te acostumbraste a mi continuo parloteo, a mis progresivas caricias y a mi particular manera de besarte.
Te acostumbraste a no tomarme y a que te amara sin importar distancia, te acostumbraste a sentir mis labios en tu cuerpo y a detenerte cuando esperaba los tuyos en el mío. Y alimente tu costumbre, y cuide de es habito sin percatarme de mi destrucción.
Y mi tristeza se desborda cuando comprendo la inestabilidad de mis pasos, como un río cristalino, profundo y vació de substancia.
Ya oscilan tus manos al sentir cerca las mías, como no disiparme si me tienes a tu lado y parezco reflejo de tus actos. Buscas la dureza del ser, la superioridad de la amistad, solo para reflejar tu ambiguo y vago ser.
Mientras que aquellos que nos rodean siente el devenir de la catástrofe, mi optimismo en tí es tan inmenso como el cielo sobre el mar; y permanezco coqueteando con tu amor, sujetando tu orgullo.
Soy un pilar en tu vida: removible, permanente.
Han pasado mil llantos, se han esfumado mil palabras, han surgido mil lamentos y aun no comprendes que me palidezco.
Dime si te incito al poco tiempo, dime si te llevo al fin, parecen simplezas ante tu mente estéril.
Y si la complejidad de tu día a día se limita a la perfección, a la mecánica acción, solo permanezco para sostener tu mano, sin que adviertas que más allá esta mi vida y que precisa desvelo, el amor no vive de amistades, ni de tiempo y mucho menos de complejos, muere con la rutina se duerme con recuerdos.
Y aun sollozo queriendo volar y soñando comprendí que debo dejar que tus pasos sigan los míos y que mis palabras no deben alabarte, solo debo esperarte al borde del camino.

martes, enero 23, 2007

Mi elocuente locura


Mi elocuente locura dejo de ser mi sombra para convertirse en mis pasos. Mi frívola locura engaña mi tristeza y visita en las noches mi soledad, es intima de mis pesadillas y besa mi melancolía en un bar.
Mi brillante locura ha robado mis palabras, secuestró mis ideas y prepara explotar mi simplicidad. Arrulló mi llanto y lo alejó del manantial que llega al mar, puso alas a mi pesimismo y se marcho junto a mis caprichos.

¡Que locura la mía! Camina en sociedad saludando a otras mas, es imperativa entre mi entorno y posesiva de mis ojos. No comprende la sinfonía de mi ironía ni la importancia de una persona más.
Esta locura toma mis acciones como una obra teatral se desplaza de lado en lado imaginando su ambiente natural. Mira las estrellas aspirando ser una mas y es totalmente persuasiva en un posible futuro.
No comprendo porque me aisla en este cuarto gutural, tal vez me dejé llevar, y entregue mi locura a la realidad.
Solo se que cada día que pasa se apodera mas de mi subsistencia al punto que la comienzo amar, a necesitar.