sábado, mayo 05, 2007

Encuentro


Mi mente es un causal de ambiguos sentimientos, mis harapos húmedos producto de la adrenalina.
Y es que luego de escuchar mi quejido explotaron mil sonidos en el mundo tras mis ojos. Pasé tanto tiempo dormida en mi inconsciente dejando fluir mi séptimo ego que no me percate de que mi hogar se había convertido el hogar de gusanos nacidos de carne putrefacta.
Y el olor ¡que dramático, penetrante he insoportable olor!
Es la deficiencia de mi sentido común, lo vago de mi autoconciencia, lo inesperado de mi Ser.
Comencé a buscar aves en cavernas de corales solo para arrancar mis gritos a la áspera realidad, mis fantasías se desplegaron de mi sollozo y entonces abrasé las alas de un cuervo... su cuerpo tan oscuro como los días de guerra, sus impotente ojos que hipnotizaron mi respiración, su perfecto silencio su inalcanzable sensatez... Y acercó su cabeza y suspiro sobre mi rostro y acompaño mi tristeza al final de la cueva hasta que la apuñalo sin ni siquiera dejarla reclamar y volvió hacia mi como la sombra de mi sonrisa, como el traje de mi tranquilidad.
Tomó mi decadencia para convertirla en el mural que nos protege del aurora llamada soledad...