viernes, febrero 23, 2007

Oscuro pasado, marchito presente


Llegar a la realidad observándote desde la lejanía, eres una pieza en mi cabeza, eres un recuerdo insoluble, me consume tu adiós, me desvela tu llegada. Estas junto a mi y no puedo tocarte una burbuja te acompaña tus ojos permanecen cerrados, tus oídos no oyen el tiempo.

Y te he soñado y en el espejo te he nombrado, estas en cada melodía que escucho: es suspirar al vacío, llamar a la melancolía, atarse las manos frente a la cordura.

Parece que el cielo se me viene encima cada vez que te sigo, mis piernas se quebrantan, mi cara toca el piso y es que no debo ni pensarte quisiera agrietarte y poseer lo que te queda de alma. Debería mandar tus palabras al mismo infierno, pisotear el tiempo que proclamas, debería cerrarte en el baúl de mi inconsciente donde siquiera el mismo Freud pudiera encontrarte. En cada sueño asesinarte en cada murmullo ahogarte...

Mis manos aún golpean tu pecho, deben penetrar tu cuerpo, arrancarte el corazón buscar tranquilidad en tu mirada fallecida y besarte mientras tu ultimo palpito se despide de tus órganos. Te llevare conmigo hasta el umbral de mis pesadillas y te sepultare junto a mis secretos mas recónditos y luego me acostaré en el valle del abandono sin decir ni una palabra.

No hay comentarios.: