martes, abril 03, 2007

Fuera de control


Aterrorizantemente exquisito, jadeante, espeluznante, morboso...tus entrañas acariciando mi alfombra, todo tu cuerpo esparcido entre mi cólera: mi celebración, mi victoria.

Creí vencerte sin remordimiento, te seduje como la luna, te aplaque como la tormenta, te enviaré al fondo del océano el cual succionará tu ultima esencia .


Te encuentras frente a mi, una sutil línea de contacto une nuestros ojos totalmente cegados por la confusión; me acerco lentamente y beso tu boca solo para luego escupirte y sin hacer ningún sonido vuelves tu ojos a los mios y me golpeas tan fuerte que caigo abatida casi sin conocimiento. No es el final, no ahora que he perdido el miedo, no ahora que te olvido, no ahora que en verdad nace el odio...

y lentamente, casi como un gusano aplastado me muevo por la habitación solo para buscar el mejor objeto para robarte el aliento y derramar tu sangre, para que mas nunca me hagas daño.

Limpio las lágrimas que ciegan mi mirar y repetidamente pronuncio mi nombre, no eres lo suficiente para acabarme, ya no cubres mi cara con la huella de tu zapato, ya tus brazos no abrazan mortalmente mi cuello.


Y así furiosamente levanto mi cuerpo, así con mi puño tambaleándose rompo en mil pedazos el espejo que contempla nuestro teatro y con mi mano excitada de tanto color rojo tomo los pedazos que aún reflejan mi sonrisa solo para tratar de posarlos sobre tu cuerpo. Y gritas tal cual niño, y te estremeces como cachorro, ¿en donde esta tu gran ego? ¿en donde están tus gritos?


Retrocedo solo pare retener la imagen de tu cuerpo asustado, ensangrentado y justo cuando contengo el aliento te abalanzas sobre mi y apuntas sobre mi pecho, siento que el corazón se me sale por los poros es un dolor que va más allá de mi control, de mis pensamientos y grito sin pensarlo y lloro sin remedio mientras tu alardeas sobre tu poder, sobre tu ventaja. Y cuando estás a punto de devolverme el gesto de con tu saliva te apuñalo sin remedio -mi plan desde un principio- mi mas grande secreto y entonces tus ojos se desorbitan y caes sobre mi tal cual noche de pasión y siento tus latidos y te hablo al odio: acaso no buscabas esto amor mio?


Te muevo a un lado sin pensarlo, trato de tomar el aire que me robaste, de aspirar la victoria que llega a mis manos y es entonces cuando detonas tu arma “tu fiel juguetito” y antes de que puedas sonreír caigo a tu lado mientras siento un sutil frío atravesando mi cuerpo y situándose justo en mi ombligo...


Y así palidecen mis labios y un torrente de sangre invade los tuyos y morimos juntos como en nuestros primeros sueños y aspiramos el mismo aliento cada uno jurando en su cielo haber actuado con raciocinio eterno y mientras la mirada se pierde en el ocaso del correr de nuestros años todos los secretos de nuestro cuarto se aglomeran para despedir nuestro aliento, se juntan para burlarse nuestro ultimo encuentro y para jurarnos permanecer intactos en esas cuatro paredes que nos abrigaron.



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